Somos los que reivindicamos aquella revolución soviética donde por primera vez el pueblo tomó el cielo por asalto y lo arrebató violentamente a sus enemigos y opresores, analizamos con el método de Marx, bancamos mucho al pelado Lenin y apoyamos más de lo que criticamos al Pepe Stalin, somos los que nos enamoramos de la revolución cubana y de las figuras gigantes de Fidel y Guevara, los que se alegran románticamente de que Vietnam siga allí. Pero ante todo somos argentinos y reconocemos la necesidad de constituir un nuevo sujeto social, con una nueva línea de pensamiento, despojada de pesadas mochilas de prejuicios del pasado, que comprenda el desarrollo de la historia y su complejidad, un pensamiento nacional, de liberación, que tome lo mejor del marxismo, del leninismo y del pensamiento nacional de Cooke, Arregui y tantos otros. Que banque al choripan como sacro elemento unificador. Somos marxistas, somos comunistas, latinoamericanos, argentinos, y si nos rompen las bolas, somos kirchneristas también.
Creemos que América Latina vive un momento único, inesperado para muchos, de la mano de Chávez, Correa, Evo, Lula, Ortega, Funes, Cristina… y bueno, Mujica medio que también. Estamos seguros que hace por lo menos 60 años que no existía en el gobierno argentino una expresión de estas características, que confronte con los intereses concentrados, que redistribuya, que haya sabido acercar y alejar aliados según fueran las condiciones para seguir avanzando. No sabemos si en 2011 ganaremos la elección (aunque estamos convencidos de que no es tan complicado) pero sí estamos seguros de que en 2011 la indigencia en argentina será de un nivel marginal, que tendremos una ley de medios mucho más democrática, que las jubilaciones no serán de unos pocos sino por y para todos, que no estaremos sometidos al ALCA sino mirando a nuestros hermanos latinoamericanos, que se ha dado una tremenda batalla cultural al neoliberalismo, a la cultura del no te metas, a la despolitización de la sociedad y el vaciamiento del Estado.
No nos gusta De Vido, no nos gusta Moreno, no nos gustan algunos “barones” del conurbano, pero los entendemos como necesarios, alguien tiene que hacer el trabajo sucio, y creemos que a medida que se agudicen las contradicciones y el proceso nacional y popular avance, esos sectores van a ser dejados atrás. Sí, medio que justificamos todo también. También nos gusta mucho más el pasado misterioso de Heller que el progresismo blanco de Jürgen Sabbatella.
Soviet Criollo se planta –como buen soviet- como colectivo, con variedad de ideas, de perspectivas, pero con un denominador común, todos apostamos a la consolidación de un campo popular unido y fuerte que pueda sentar las bases de un proyecto nacional de liberación. Nuestros nombres no son casualidad, cada uno lo eligió por algo en particular, a medida que el proyecto avance se irán notando las características de cada uno.
Por lo pronto, desde esta trinchera virtual, y porque alguna vez escuchamos a alguien decir que Gramsci hablaba de eso, apostamos a dar la batalla cultural, la batalla de ideas, a combatir el discurso único que bombardea el aparato multimedial monopólico.
Un abrazo de gol, un chori y un shot de vodka.
Soviet Criollo.
nos mudamos
Hace 2 años
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